Lunes: 09:00 – 11:00
Martes: 09:00 – 11:00
Miércoles: 09:00 – 11:00
Jueves: 09:00 – 11:00
Viernes: 09:00 – 11:00
Sábado: 10:00 – 12:00, 14:00 – 16:00
Domingo: Cerrado
Nos mueve la pasión por la viticultura
Heredero de una familia presente en Westhoffen desde el siglo XVIII, Etienne retomó en 1996 la tradición vitivinícola de sus antepasados. Lleno de pasión y proyectos, se esfuerza por conservar lo mejor del legado del pasado.
En el centro histórico de Westhoffen, la pequeña finca familiar Loew prospera. Heredero de una familia histórica, cuyos vestigios se remontan al siglo XVIII en Westhoffen, Etienne Loew creó su finca en 1996. Enólogo de formación, impartió clases durante 10 años en una escuela de viticultura, paralelamente a su trabajo como enólogo. Junto con su esposa Caroline, vinifican las uvas parcela por parcela para producir vinos frescos y equilibrados que encantan a los restauradores.


Filosofía
Cada año es diferente, y Etienne y Caroline Loew creen que no se puede dar nada por sentado y que hay que saber evolucionar. Escuchar a la naturaleza, comprenderla, estar atentos a ella y aprovechar al máximo lo que nos ofrece nos permite producir añadas excepcionales, a medio camino entre el arte y la ciencia de la viticultura. Certificada ecológica desde 2009, la finca es ahora un viñedo biodinámico Demeter y Biodyvin.

Los terruños
La finca cuenta con 7 familias de terruños en un radio de 5 km: caliza oolítica, muschelkalck, arenisca dolomítica, marga verde, marga roja, marga negra y yeso. Incluye los crus Sussenberg, Ostenberg y el histórico Bruderbach, así como los renombrados Grands Crus Altenberg de Bergbieten y Engelberg. Esta riqueza se refleja en la calidad de los vinos de la finca, que maridan a la perfección con la gastronomía.

Favoritos
El Riesling Bruderbach «Clos des Frères» posee todas las características de un gran terruño. Su historia se remonta a 1260, cuando los ermitaños de Bruderbach establecieron la primera carta de producción del Clos. Este rico vino, con aromas de eucalipto, menta y naranja amarga, combina de maravilla con marisco fino o platos ligeramente agridulces.
