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Un siglo de recuerdos
La Brasserie du Dauphin ocupa el emplazamiento de una antigua mansión canónica que, antes de 1230, era la sede del preboste del Gran Capítulo de la Catedral.
La cervecería fue fundada por el Sr. Muller en 1770, que la llamó «Au Dauphin d’Or». Adornó su establecimiento con un magnífico rótulo de hierro forjado, pieza excepcional que aún se conserva en las colecciones de la Cervecería de Kronenbourg, y del que se puede ver una copia fiel en el frontón de la cervecería, en el lado de la rue du Fossé des Tailleurs.
En 1789, el Sr. Muller vendió su negocio al Sr. Lauth. El Sr. Lauth debió de pensar que no era prudente, durante la Revolución, alardear de su oro, ni siquiera en forma de rótulo, y se contentó con llamar a su establecimiento «Au Dauphin», nombre que ha perdurado hasta nuestros días.
El «Dauphin» fue vendido posteriormente a varios propietarios antes de ser comprado en 1854 por el Sr. Laemmermann, descendiente de una antigua familia de cerveceros de Estrasburgo. Bajo su dirección, el «Delfín» vivió una época dorada.
En su libro «De Paris à Strasbourg et Bâle» (De París a Estrasburgo y Basilea), Molieri escribió en 1862: «En Estrasburgo, la gente se reúne por la noche en las cervecerías para disfrutar de dos placeres alemanes que tienden cada vez más a convertirse en franceses: beber cerveza y fumar. Una de las cervecerías más curiosas para visitar es la del Delfín».
Cuando el Sr. Laemmermann dejó de dirigir el establecimiento en 1868, lo arrendó a la Cervecería Kronenbourg, y el edificio siguió siendo propiedad de la familia Laemmermann. Actualmente es propiedad de la ciudad de Estrasburgo.
En 1944, el edificio fue demolido por un bombardeo. Ahora reconstruida, la brasserie «Au Dauphin» ha vuelto a la vida, transformada y modernizada, pero los viejos recuerdos siguen adheridos a sus paredes.
