Roger Jung Et Fils

La finca Roger Jung casi podría ser una excepción en Riquewihr, tan reciente es su historia. Fue en 1961 cuando Roger JUNG, padre de Jacques, se hizo cargo de la finca de su abuelo y empezó a elaborar vino y a desarrollar su producción embotellada. Por aquel entonces, Roger sólo cultivaba una hectárea y media de viñedo con su esposa Marthe, que procedía de una familia de viticultores de la cercana Hunawihr.

Trabajador incansable, Roger Jung fue ampliando su finca a lo largo de los años, alquilando o comprando parcelas, hasta llegar a formar parte de una de las mayores fincas, en cuanto a superficie, de Riquewihr. En 1966, el matrimonio y sus hijos se trasladaron a una casa más grande, y en 1974 comenzó la construcción de una nueva bodega junto a la casa familiar. Este nuevo edificio, más espacioso y funcional que el anterior, sigue en uso hoy en día.

La pareja maduró, los niños crecieron y dos hermanos empezaron a trabajar en los viñedos muy jóvenes. El mayor se muda con sus padres, seguido de Jacques. En 1994, al salir de la escuela de viticultura, Jacques se embarcó en esta apasionante aventura; a la tierna edad de 20 años, hizo realidad el legado de sus padres desarrollando el negocio. Hoy ocupa algo más de once hectáreas. Ahora dirige el negocio familiar solo, con la ayuda de dos empleados.

Toda la gama de vinos de Alsacia se produce en las laderas de las comunas que constituyen el corazón de los viñedos alsacianos. La finca Roger Jung et Fils también produce desde 1981 el ahora famoso Crémant d’Alsace. En la actualidad, el objetivo de Jacques es producir vinos de calidad y de terruño. Al vinificar cada una por separado, el resultado son otras tantas cuvées diferentes, la esencia misma de un lugar o una parcela y, por supuesto, otras tantas ganas y motivos para ir a perderse en un laberinto de hileras de viñas… Las variedades de uva también se han plantado con un objetivo muy concreto. Se ha elegido y adaptado a la naturaleza del suelo y a su exposición. Con Jacques, la riqueza natural de la tierra se mantiene trabajando el suelo y manteniendo la hierba bajo control. A Jacques le apasiona su trabajo. Como él mismo dice, «me crié en este mundo», y trabajar con la vid y el vino fue una elección obvia para él desde una edad temprana.