Lunes: Cerrado
Martes: 19:00 – 20:30
Miércoles: 19:00 – 20:30
Jueves: 19:00 – 20:30
Viernes: 19:00 – 20:30
Sábado: 19:00 – 20:30
Domingo: Cerrado
Todo es delicado y suave
La Maison des Têtes, una residencia renacentista catalogada y ricamente decorada con muecas, es como Colmar: soberbia.
En cuanto cruzas el umbral del Restaurante Girardin, te envuelve una sensación de ligereza y pureza atemporal.
La habitación es un sutil matiz de blancos, un juego de materiales, texturas y luz a través de las vidrieras de época.
Todo es delicado y suave.
No hay decoraciones… aparte de las estelares y aireadas lámparas de pared sopladas a mano de Bocci. El comedor es un marco delicadamente minimalista para la cocina gourmet del Chef Eric Girardin. Un momento de autenticidad e intimidad que se vive al abrigo de la imponente alcoba, toda de telas escamadas, o cómodamente sentado alrededor de una mesita con un mantel blanco inmaculado perfectamente colocado y resaltado por una orquídea igualmente blanca.
Para mantener nuestra promesa de una experiencia gastronómica auténtica en un ambiente acogedor y personal, el Restaurante Girardin sólo tiene 18 cubiertos y un número limitado de comensales en cada mesa…
Climatisation
Parking à proximité


Una opulenta fachada renacentista y una habitación minimalista muy contemporánea.
La cocina gastronómica de Eric Girardin también marida los contrastes a la perfección, ofreciendo una cocina rica en sabor y carácter.
Cuando el monocromo del plato -entre blanco, tierra y azul Siena- se encuentra con los colores de los productos cocinados…
El artesano, apasionado por los bellos productos de temporada a los que da vida cada día, se une al artista que crea sus platos.
Su cocina evolutiva saca lo mejor de los productos locales, según su inspiración y su saber hacer.
En el punto de mira: pescado impecablemente cocinado, carnes locales, caldos fragantes, verduras de temporada, delicias afrutadas y chocolatadas…
El Chef va directamente a lo esencial, quedándose sólo con la esencia misma de cada producto.
