Lunes: 12:00 – 15:30, 19:00 – 00:00 Martes: Cerrado Miércoles: Cerrado Jueves: 12:00 – 15:30, 19:00 – 00:00 Viernes: 12:00 – 15:30, 19:00 – 00:00 Sábado: 12:00 – 15:30, 19:00 – 00:00 Domingo: 12:00 – 15:30, 19:00 – 00:00
Elegancia natural
Chez Michèle es el lugar ideal para todos aquellos que vienen a pasar un día, una noche o unas vacaciones para descubrir la región de los Etangs del Mosela.
Un remanso de verdor y naturaleza virgen, donde el agua y la tierra juegan un juego único.
Los colores del cielo y de los bosques cambian con las estaciones, pero la sensación de serenidad y libertad permanece.
Enclavado en el pequeño pueblo de Languimberg, el restaurante Chez Michèle, galardonado con una estrella Michelin, te ofrece esta experiencia… El restaurante se renovó por completo en 2018 para ofrecerte momentos gastronómicos aún más memorables.
En Chez Michèle, cultivamos la sencillez, la libertad y la elegancia.
Un hermoso jardín repleto de flores, terrazas privadas donde disfrutar antes o después de la comida con total intimidad, una sala luminosa con una decoración contemporánea y despejada, un salón acogedor… Todo está aquí para que te sientas bien, para que disfrutes de cada momento en un ambiente apacible que da protagonismo a la generosidad y al placer de reunirse en torno a una buena mesa.
Cadre exceptionnel
Terrasse


La pasión de Bruno Poiré por la cocina empezó a los 16 años, cuando trabajaba un verano con sus padres.
Desde entonces, nunca le ha abandonado.
Se formó en hostelería y adquirió experiencia trabajando con algunos de los grandes nombres, como Georges Blanc.
De vuelta al restaurante familiar, trabajó duro cada día para conseguir una estrella Michelin en 2009.
Al frente de Chez Michèle, Bruno Poiré pretende ofrecer a sus comensales la cocina que él ama: libre, eficaz y generosa.
La precisión y el dominio de la cocina del Chef están pensados para sacar lo mejor de los productos con los que trabaja.
El objetivo es resaltar sus sabores naturales, revelar sus texturas y contar sus historias.
Bruno Poiré es preciso en sus condimentos, riguroso en su cocina y clásico en su presentación, para compartir platos sabrosos y generosos.
Para dar placer a sus comensales.
El chef sólo trabaja con productos de primera calidad, cuya historia y gentes conoce al dedillo.
Es la base de su cocina.
